jueves, 22 de septiembre de 2011

Noticia

Unos simples molinos se convirtieron en un peligroso enemigo.


“¡Eran monstruos gigantes!” era una de las tantas frases alarmantes que el ya conocido Don Quijote gritaba el miércoles pasado.



A eso de las 5 de la tarde Don quijote de la Mancha junto a su fiel escudero Sancho Panza, iban rumbo a un pueblo cercano, cuando en el camino se encontraron con una gran cantidad de molinos de viento, esto se trataba del famoso parque de molinos de vientos de la ciudad, pero al parecer Don Quijote no estaba claro de su existencia ni mucho menos que se trataba tan solo de molinos y no monstruos gigantes.


El señor Sancho Panza ofreció testimonio al respecto, afirmando que el una vez mas había hecho el esfuerzo de interponerse y hacer que su señor entrara en razón, pero a pesar de sus argumentos Don Quijote seguía insistiendo en atacar.


Testigos que pasaban por ahí nos dijeron que este caballero andante tomo su lanza la apunto hacia los supuestos gigantes y cabalgando en su caballo Rocinante se abalanzó sobre el molino el cual producto de una fuerte ráfaga de viento comenzó a mover sus astas hasta golpear a Don Quijote tirándolo muy lejos.




Por suerte Sancho que había visto todo de muy cerca corrió a ayudarlo. A pesar del fuerte golpe y de quedar muy adolorido Don Quijote no salio mal herido ni ninguna persona presente del suceso.

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